Nos ponemos un poco exquisitos hoy, pero quiero compartir con vosotros un tema que a mí me apasiona y muy desconocido para el gran público: el cine documental dedicado a las películas caseras o familiares.
Esto que a veces hacemos en Pimpampelis cuando nos dais vuestros archivos familiares y surge la magia: son interesantes, de calidad, encierran momentos irrepetibles y además cuentan una historia más allá de lo evidente.
Es como abrir una ventanita secreta y mirar la vida de otros pasar. Siempre hay algo universal en lo común y corriente, y a la vez algo extraordinario en la manera en que cada uno lo vivimos, lo grabamos, lo contamos… Es nuestra manera única e irrepetible de estar en el mundo.
Y de eso saben mucho algunos cineastas que han hecho verdaderas joyas con material ajeno de archivo, construyendo historias asombrosas o sencillamente hermosas. Es lo que se ha venido a llamar cine de compilación o de “metraje encontrado”.
Os propongo algunas pelis que son fáciles de encontrar y aptos para (casi) todos los públicos. Sólo hay que pinchar en los títulos, tener curiosidad y un rato para disfrutar de toda la verdad que encierra la vida de los otros:
Alan Berliner es un documentalista obsesionado con el material de archivo y con este eje llevó a cabo una trilogía apasionante. En 1986 realiza la primera, “The Family Álbum”, donde tres cuartas partes del sonido y de las imágenes provienen de mercadillos, desvanes y garajes ajenos al director. Berliner recompone, mezcla e inventa para contar una historia de familia universal. “Nobody’s bussines” e “Intimate Stranger” cierran esta trilogía impredible.
Nominada al Oscar a mejor documental en 2003, es una película terrible y escalofriante, pero demuestra el asombroso poder de este tipo de material para contar de primera mano incluso las historias más oscuras.
Es una película de José Luis López Linares, donde el director trabaja con el archivo familiar rodado durante sesenta años por Madronita Andreu, hija del famoso creador de las pastillas del Dr Andreu. Una crónica de la alta sociedad catalana y un retrato íntimo de familia rodado por una contadora de historias vocacional, aunque Madronita nunca pensara que aquello fuera a salir de los armarios de su casa.
Es una obra de 1971 dirigida por Basilio Martín Patino y que no se compone de material familiar, pero sí utiliza y rehace películas cotidianas, de boletines informativos de la época. Con ellas crea un discurso paralelo, les da un segundo significado por medio de una banda sonora llena de guiños y regates a la censura franquista. Este tipo de obras nos enseña la fuerza rotunda que tienen las pequeñas imágenes para explicar el transcurrir de la historia.
Espero que os animéis y disfrutéis de alguna de estas obras porque os será útil para entender que, como muchos me decís con mueca resignada, no hay videos cutres o demasiado caseros, sólo hace falta tratar el material con cariño y honestidad. Todos guardamos grandes historias en nuestra memoria audiovisual.
Hay infinidad de directores, videoartistas, y creadores que se han servido de esta forma de trabajar, pero queríamos dejaros una muestra más o menos representativa. Si conocéis alguna peli interesante que no esté en esta mini lista ¡Compartidla con nosotros!